Antes
Te lo advertí, el rayo que antecede al huracán hizo una marca. Nunca cambió, ni siquiera amenazó con hacerlo. Pero me inclino frente a vos, aunque no sé si por haber sabido cómo digerirlo o simplemente por el miedo a todo. O a nada. De una u otra forma, llegamos a esta recta final. La carrera no fue larga y podemos discutir si fue o no carrera. De ahora en más, somos un gran juego guardado en un placard, tirado a su suerte.
Antes del ahora
Con dudosa moralidad, jugando se conocen los ganadores y los cobardes. Y no siempre el que tiene más para apostar es el que se lleva los premios. El hambre y el deseo avasallan. Nadando, saltando, brillando, la princesa parece perder la partida. Y no lo entiende, lo que le preocupa mucho más.
El premio, en tercera persona, reconociendo algunas crueles intenciones, se pregunta... ¿Quién debe pedirle perdón a quién? Y ríe...
El premio, en tercera persona, reconociendo algunas crueles intenciones, se pregunta... ¿Quién debe pedirle perdón a quién? Y ríe...
Ahora
Encuentros que aún no fueron ponen en tela de juicio el "hasta acá". Por eso las lineas quedan vacías. Algo pendiente no deja ver su verdadero potencial. Aunque tengo la seguridad de seguir escuchando llorar a la princesa... Es que... Algo se encendió... Porque no hay explicaciones. Es todo tan... Natural...
