martes, 29 de septiembre de 2009

Que yo ya no soy aquel. Que lo que hacés está mal. Que no te importa nada y nunca te importó.
Decís que podés cambiar, decís estar al revés. Gritás de dolor, de alegría; gritas de ganas de odiar.
Pensás ser lo peor, pensás ver mejor; pensás ser indomable.
Extrañas una razón, extrañas la sensación: extrañás al portador.
Perder una que otra ilusión, perder fuerza y pudor; perder y poner paredes.
Salir y ver el sol, que sobre una canción y vaciar el inconciente.

Jactándome de responsable.-

martes, 15 de septiembre de 2009

DE VEZ EN CUANDO..

jueves, 10 de septiembre de 2009

¡Pido gancho!

Es todo un tema. No estoy seguro de equivocarme siempre yo, y, para responder a la pregunta que seguía, yo creo que si hacés algo por sentirlo, es lo más válido del mundo. Pero muy poca gente tiene mi mismo punto de vista, y digaaaaamos que es medio lógico -si queremos meter la lógica en este ámbito-. O sea, no te podes mandar veinticinco mil cagadas justificandote que lo hacés porque lo sentís. Si esas cosas son o no cagadas, pasa por otro lado.
Igual, uno sabe cuando algo está mal y otras no tanto. Que diga que están bien para no tener que admitir el error, también es algo de ala delta.
Hay más batallas, no se discute. Y hay heridas de guerra. Quizás eso eso lo que molesta.
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Ahora sí, para lucirme: nunca dije que tener un corazón lunático sea malo. E interpreto el tema de una forma por ahí diferente al resto. Un idiota de corazón lunático. Una forma sería entender que la idiotez y lo lunático vienen de la mano, que ambas características son parte del todo final, que hacen al sujeto. Pero yo no, yo lo tomo como dos aspectos que se contrarían (y no sé si está bien dicho). En conclusión: el idiota está, el idiota es idiota; pero ese idiota tiene un corazón lunático, que lo hace diferente, que le da un atributo para ubicarlo separado del resto.
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De todas formas, estoy seguro que quien no lleva nombre de autor, sabe que lo lunático, para quien escribe, es y será lo que hace divertida a la vida. Sino miren a Lovegood :)

domingo, 6 de septiembre de 2009

Cuenta

El viernes antes de salir me puse a pensar en mi. En cómo estaba, en las cosas que debía hacer para acomodar la historia, en toda esa distancia que queda por recorrer para llegar al punto de partida de la carrera... Y aflojé. Me vencieron sin dar batalla. Me apuntaron y me asusté.
Decidí que todo me importe poco, que en una nueva mesa podía empezar de nuevo.
Ayer, mejor dicho, hoy a la madrugada; se me apareció. Evitando el contacto visual, amagué a los latidos y puse la razón en funcionamiento. El amor se fue caminando atrás de ella y no parecía volver.
Ingenuo.
Acepté la tentanción que la hora me puso en frente, que con sinceros placeres me quería sacar del camino. Lo corporal emergía sin necesariamente hacerse efectivo.
Bastó solamente un tema y un beso para dar cuenta de la situación: all about loving you de Bon Jovi. Acordandome del video y escuchando, se me hizo un nudo en la garganta y sentú que me tiraban un balde de agua fría. ¿Qué hacía ahí? ¿Por qué no estabas conmigo? Me quebré y dí explicaciones.
Así es que hoy agoté mi paciencia conmigo. No pude soportar la presión del otro lado... Es por esto que dejo escrito el titúlo del ya repetido pero diferente capítulo, sin seguirle palabra alguna. Me equivoqué, y no quiero equivocarme más con vos.



si dejamos los días correr, algunos
años quizás
verás que todo será mejor, decías; y
tenías razón

martes, 1 de septiembre de 2009

Nota de envío

Busco corromper la situación de la espera, mirando a través de espejos en cada esquina, esperando ver una luz o que el pánico me envuelva. No me asustan los ruidos porque no los entiendo...
Me tragué la llave del candado para no dejar nada salir. Hoy me desperté encima del baúl abierto, sin acordarme de nada. Estaba lleno de vacío.