lunes, 13 de febrero de 2012

I have something to say

Me resulta tan extraño encontrarme acá. Siempre suelen ser gritos de desesperación, no sé para quién! Pero siempre parecen serlo. Y, convengamos, no creo que esta ocasión vaya a ser esa excepción.
Me importa un carajo que mañana sea ese día, pero no puedo evitar que todo se "maximice" un poco más.
Mi problema no es no saber cómo seguir con vos: mi problema es no saber cómo seguir sin vos. Eso me lleva a mirar todo desde ese punto hacia atrás. La base, el punto de inicio, sos vos. Yo, con vos; o nosotros.
Y ahí aparecemos, con todas nuestras diferencias, las cuales a vos te parecen enormes y a mi muy pequeñas. Que vos ves imposibles de limar, mientras yo les resto importancia. De algo estoy seguro, y en eso te equivocás: eso que vos considerás que nos aleja, son puras estupideces. Ninguna nos une o distancia más, dependiendo de cómo lo quieras ver. Te puedo hacer un mundo la cosa más pequeña, pero no es el fin. Quererte fue siempre el fin, y las pequeñas cosas se moldean a eso.
Yo estoy extenuado, más que nada de sentirme inútil en todas mis demostraciones de afecto (no me arrepiento de cosa alguna). Te he visto triste, y ya no te vi más reír. De eso me hago muy responsable, y me pregunto si hay forma de que me dejes ayudarte. Vale la aclaración: tenés mil rayes, no me voy a llenar la mochila de todo lo que no fui. Sin embargo, y lo repito, sin embargo, en falla estoy. ¿En falla estoy? Uf, cuando quise acordar, ya me estaba sintiendo culpable plenamente, otra vez.
Qué difícil es esto. No te quiero dejar ir, pero todo me indica que es inevitable.
¡Yo estoy seguro que sos vos!
Siento que conocí el inicio y el punto final del amor con vos; y que solamente vos sos la que puede seguir escribiendo esa historia. Yo te juraría la eternidad. Pero estoy tan derrotado, tan golpeado, tan falto de fuerza, que.... Caigo, en miles de formas. Caigo.
No sé que sigue de aquí en más.
No sé quién me leerá, que quizás sea más en vano que otra cosa... (a lo sumo alguna flor sacada de su tallo que este perdida en el tiempo)
Pero sí quiero concluir con algo, algo que no quiero que me pongan en tela de juicio, que me pregunten, que me pidan explicaciones...
Yo, Brunilda, por vos, me voy a la luna ida y vuelta, me navego todos los mares, me recorro todas las tierras, vuelvo posible a lo imposible con tan solo saber que te hace feliz. Y lejos, muy lejos, estoy de querer alejarme de vos.-

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