martes, 16 de septiembre de 2008

The great gig in the sky


Rick Wright se incorporó al grupo Sigma 6 en 1964, una de las versiones previas de lo que acabaría llamándose Pink Floyd, con Roger Waters, Nick Mason y Bob Klose. Aunque no brilló por ser un compositor prolífico como años más tarde lo haría Roger Waters, Wright hizo contribuciones esenciales al sonido de la banda en temas como "A Saucerful of Secrets", "Echoes", y "Shine on You Crazy Diamond", de la mano de su órgano Hammond, su atracción por el uso del sintetizador y su principal inspiración, el jazz. Para el álbum Dark Side of the Moon realizó dos de los temas del álbum: "The Great Gig in the Sky" y "Us and Them". Wright también participó en la parte vocal de varias de las canciones de Pink Floyd, principalmente cantando sus propios temas, haciendo coros y armonías.
En 1978 Richard Wright grabó y lanzó su primer disco solista llamado Wet Dream, disco del cual estuvo muy avergonzado y lo llamó un "error experimental". En aquel disco trabajó junto a Snowy White como guitarrista, ex Thin Lizzy y miembro de apoyo de Pink Floyd, actualmente guitarrista de Roger Waters.
En estos años comenzó a tener muchos problemas con Roger Waters, problemas que ya en 1979 le resultaban insostenibles. Roger terminó por amenazar con quemar todas las pistas del disco que se encontraban grabando, The Wall, a menos que él abandonara la banda. Wright finalmente cedió y abandonó el grupo, aunque siguió participando durante la breve gira de 29 shows que se realizó con ese álbum en 1980 y 1981, como músico contratado. Irónicamente fue así como se convirtió en el único miembro de la banda que pudo obtener ganancias debido al costoso montaje del espectáculo de The Wall, la serie de espectáculos de rock más grandes en la historia. En el álbum The Final Cut (1983) de Pink Floyd, Wright ya no participó.
En 1984 se unió a Dave Harris, ex 10cc para trabajar en un proyecto que dejaba como protagonista a una maquina de última tecnología utilizada para componer música. Dicha agrupación se llamó Zee y el disco Identity, muy alejado del sonido que manejaba anteriormente Wright junto a Pink Floyd.
Poco después, David Gilmour tomó el liderazgo de Pink Floyd y Waters inició un pleito legal contra Gilmour y Nick Mason por el nombre de la banda. El juicio finalmente fue ganado por éstos, obteniendo los derechos sobre el nombre "Pink Floyd", a la vez que Roger Waters ganó los derechos del merchandising de la banda (incluido el cerdo volador habitual en los espectáculos de la banda), los derechos de las canciones que compuso para The Wall (la gran mayoría) y The Final Cut.
Más tarde, en 1987, Pink Floyd editó el álbum A Momentary Lapse of Reason, ya sin Roger Waters, para el cual habían llamado nuevamente a Wright para participar en el disco, todavía como invitado por razones legales. Posteriormente se unió también a la gira que siguió al álbum, con motivo de la cual se publicó el disco doble Delicate Sound of Thunder en 1988, en el cual Wright apareció ya otra vez como miembro del grupo. Para el siguiente álbum, The Division Bell (1994), Wright ya plenamente reintegrado como miembro oficial de la banda co-escribió cinco canciones, entre ellas el tema "Wearing the Inside Out", compuesto por él y co-escrito junto a Anthony Moore.
Así, el único disco de Pink Floyd en el cual Rick Wright no aparece es The Final Cut, obra que con motivo de la disputa legal le pertenece por entero a Roger Waters.
En 1996 Wright vuelve a trabajar junto a Moore en su segundo disco solista, Broken China, catalogado por muchos fans de Pink Floyd somo el mejor disco solista de los miembros de la banda. En este disco trabajó junto al actual guitarrista de apoyo de Pink Floyd, Tim Renwick, además del bajista Pino Palladino y la voz de Sinead O'Connor en dos de sus temas, entre otros músicos. Incluso David Gilmour fue invitado a participar en las guitarras del tema "Breakthrough", pero el resultado de sus grabaciones no fue utilizado.
El año 2001 David Gilmour realizó una serie de conciertos semi-acústicos invitando a Wright en un par de ellos a tocar su tema "Breakthrough" en vivo.
En julio del 2005 Wright junto con Gilmour, Mason y, por primera vez en 24 años, Waters, tocaron nuevamente unidos como Pink Floyd cuatro canciones en el concierto masivo Live 8 en Londres.
Para el 2006 Wright y Nick Mason participaron con David Gilmour durante su presentación en el Albert Royal Hall en Londres, siendo la última presentación del Pink Floyd post-Waters. También en el 2006 se dio a conocer el nuevo álbum solista de Dave Gilmour, On an Island, en el que Rick Wright participó en una de las canciones y posteriormente fue el teclista de la banda que realizó el tour mundial.
Tras el reencuentro, Roger Waters superó todas sus pasadas diferencias con Rick Wright e incluso lo invitó a participar también en su gira The Dark Side of the Moon Live (en la que asimismo colaboró Nick Mason), pero Wright declinó la oferta en pos de dedicarse a preparar un nuevo álbum solista, el cual según se informaba sería un disco instrumental.



El lunes 15 de septiembre de 2008,Luego de un rápido Cáncer, Wright falleció en su hogar de Londres. Tenía 65 años. Es el segundo miembro fundador de Pink Floyd que murió, tras el deceso de Syd Barrett en 2006.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Causa y efecto

Justificar acciones por medio de emociones no deja de ser una ciencia ideal. No hay estudio ni razonamiento que lleve a alcanzar los mismos sentimientos personales y temporales que generan dicho acto. Con esto quiero decir que una persona guiándose por sus sentimientos puede reaccionar sin previsión alguna. Tendría que terminar acá, pero no. Somos. Me refiero a " ser ", con capacidades diferentes a cualquier otro. Con mismas posibilidades tal vez (no lo creo), pero no somos capaces de todo. Por qué una pérdida no es tomada igual por la generalidad de la gente? Porque cada quién desarrolló una forma. Tenemos el don de la razón, que hoy día nos ubica en el mundo que vivimos. Si los instintos hubiesen prevalecido por sobre esta ciencia no hace falta decir en qué época histórica se encontraría la sociedad (que no sería sociedad, por la falta de nuestra asociación). Ahora quiero tomar ambas ideas para darle forma: me refiero a que no se puede juzgar ni científica ni moralmente el accionar del individuo, pero sí ese individuo puede prevenir esa acción! No se necesitan jueces, abogados, fiscales, moralistas, psicólogos! Tenemos la capacidad de todo, pero la hemos ido perdiendo... Y yo la seguiré buscando, hasta perecer en el intento.


Entonces no sos la enfermedad, no sos la víctima, no sos el síntoma: sos lo que querés ser y lo que disfrutás ser. Y a veces la misma rabia que me surge por verme en tu espejo es la mejor de las sensaciones de tocar lo que nadie es.

El principio

El ser siempre será el ser, y nunca será el deber ser. A punto de dar el famoso principio que es, y que no debió ser.


No es una enfermedad, no tiene síntomas. Es la pérdida de un yo, de la seguridad de mi mismo, de lo que creo ser y soy a lo que debo ser y soy. Juego de palabras algo turbio, pero habrá quien me entienda. No aceptar la realidad (pies en la tierra) trajo la primer reacción que fue generar a este ser, mientras quien seguía en pie era el que debía ser. Aparición del engaño, tanto con mi (vos) mismo y con el alrededor. Es otra realidad, y es realidad porque deriva de lo real, y lo real de lo ideal (sentir). Con esto parece que digo que no soy real, y no es así. Soy real dentro de la realidad, siento, pienso y actuo con verdad, con escencia, con lo que soy. Pero ante el primer cambio de viento, el pasaje es inmediato. Es una dualidad.


No quiero que se acabe el camino así. No quiero más oportunismo. No quiero más azar...


Perdón Maga.

jueves, 28 de agosto de 2008

sábado, 16 de agosto de 2008

El acto de no caer



Yo lo tomo como un modo de desconectarse del mundo.

No te preocupás por otra cosa que no sea mantenerte en el aire, evitar caer. No sentís el entorno, lo que te dicen, nada. Hasta cuando te intentan explicar qué es lo que tenés que hacer mientras estás en lo alto es inútil, porque no querés hacerlo. No por negación, sino porque unicamente buscas sentirte seguro y aferrado en donde estás.

Y la satisfacción viene de una suma de cosas: la adrenalina generada por el riesgo, el poder aprender y hacer cosas nuevas todo el tiempo; y, para mi fundamental, de la idea de poder desafiar a esa fuerza que te lleva hacia abajo... De romper con los números, con lo que debería pasar... Solamente con tu propio cuerpo.

lunes, 11 de agosto de 2008

Morrison Hotel



"No quiero llegar a vivir 87 años y ver a mis bisnietos. Me veo más como un enorme cometa, una estrella fugaz. Todo el mundo se detendrá, apuntará a lo alto y me verá pasar. Nunca verán algo igual y no me podrán olvidar jamás."
El 3 de julio de 1971, a los 27 años, el líder de The Doors murió en París, y su predicción se cargó de un escalofriante realismo. La versión oficial señaló muerte provocada por un ataque al corazón; de ahí en más, la leyenda sobre un hecho confuso y de final abierto.


Hay quienes juran haber visto a Morrison en Australia o en alguna playa de California; otros afirman que se masturbó hasta producirse un paro cardíaco. Pero la historia que más se acerca a la verdad tiene a Morrison buscando heroína en la noche de París. Como un adicto primerizo, no midió los efectos de una droga que desconocía y terminó sucumbiendo en brazos de una dosis fatal.


Días antes de morir, Jim Morrison visitó Pére Lechaise y lanzó un deseo que resultó otro presagio: "Aquí es donde quiero ser enterrado". Ubicada en la parcela número seis, cerca de la entrada sur sobre el Boulevard de Ménilmontat, la pequeña tumba del Rey Lagarto resulta insignificante si se la compara con los mausoleos de Oscar Wilde o Marcel Proust, vecinos del mismo cementerio. En ocasión del 25º aniversario de la muerte de Morrison, más de 15 mil personas reunidas alrededor de su sencilla lápida de bronce fueron dispersadas violentamente por la policía. Desde ese momento, su tumba es custodiada día y noche por una cámara de video infrarroja.

domingo, 10 de agosto de 2008

El principio que no fue

Ya no es lo mismo.
Antes cuando tenía estas ganas de escribir, no borraba cinco veces todo y volvía a empezar. Por ahí es por la falta de costumbre, o porque antes escribía para, y ahora escribo por.
Lo que quería decir desde un principio es que no esperaba esta apertura, con estas palabras, y no voy a intentar explicar por qué, o qué era lo que en realidad quería, debido a que llevo veinte minutos parado, cambiando de tema en el reproductor de windows porque ninguno me deja explayarme, y sin poder redondear la idea.

Tampoco sé si esta entrada perdurará, porque realmente me molestó.