sábado, 1 de agosto de 2009

Cielo en la tierra

Yo les aseguro que si hoy me cruzaban por la calle no me reconocían. El Matías de los 17 años de edad, enamorado de una mujer que no podía entender, logró dejar encerrado al que le gusta la ropa cara y que pretende mirar las cosas de más arriba, creyendose más "sabio" o "realizado".
Como solía ser, cada noche arranca a las 5 de la tarde. Guía T en mano, viendo cuál colectivo te deja más cerca o si te conviene tomarte dos para no tener que caminar 5 cuadras con un pie esguinzado.
Primer dilema: hace frío. ¡¿Qué carajo te ponés para una situación así?! No, no iban los pantalones negros con rayitas, ¡Me helaba en el camino! Abrí el placar y saqué ese jean. ESE. El que pasó por mil y una, el que se me partió (en el medio de sabe Dios qué club de Castelar) desde abajo hasta la rodilla y lo até con un pañuelo. El que tenía dos botones de adorno en cada bolsillo y porque no me gustaban se los arranqué, dejandole dos agujeros similares a dos tapas de gaseosa. El que, como me los pisaba, comió TANTA pero TANTA calle que se fue quemando.
Cuestión, me lo pongo. Jaja, el nene crece, me parece que esta fue la despedida!
Seguía el dilema del frío.
Uno cuando va a un recital quiere llevar lo menos que pueda, o al menos yo. No me importa cagarme de frío, me importa saltar cómodo y sin preocupaciones de novias y/o mochilas. Como hoy iba vendado por lo que ya dije más arriba, no iba a poder hacerme el loco, así que decídi llevarme el clásico buzo de llamitas heeerrrmoso y la campera de jean que Daniel me cedió hace unos años.
Pero llegó el momento de la desesperación cuando la remera no aparecía. DI VUELTA MEDIO PLACARD. Desperté a mi vieja de la siesta, lo que me llevó a arrepentirme al instante. La remera roja y negra, la de aquella fecha del Bordo, corta, gastada; había ido a parar a las remeras que se lleva mi viejo de viaje mañana. ¡Y DESPUES ME DICEN A MI DESORDENADO!
Llaves, monedas, entradas (fun-da-men-tal) y, un clásico, el pañuelo cortado al medio.
166 mal coordinado con mis amigas, Juan B. Justo y Boyacá, 113 y estadio Malvinas Argentinas.
Había arrancado 1 segundo es demasiado y mi amiga entró a desesperarse y apurarse. Hasta hoy me era desconocida, pero la verdad que tiene su power.
Lueego llegó el tan querido Bordo. Ale, por favor, improvisá en el escenario... Tocás como si estuvieses escuchando el CD. Te animaste a hacer un solo más o menos jugado al final, y la gente eso lo compra. Pongamosle un basta a Yacanto y volvé a Carnaval... A Chapita, ¡A arriba con mi corazón! No soy nadie para decirlo, solamente te lo pido como seguidor de lo que antes era mi locura de momento.
Más allá de mi crítica, que a nadie le importa demasiado, debe ser que ya no me llega como antes... No me produce "esa" sensación que me gustaba de la música en un recital, de la letra... O sea, siempre están esas frases aisladas que a uno lo mueven ("...¡Voy a patearle una canción al que hoy te quiere pero nunca te quiso, no entiendo muy bien qué cambió!..." Y muchas más que en otra oportunidad me gustaría resaltar), pero le falta la emoción de lo que se dice; justamente lo que la banda que venía a continuación tiene de sobra.
Cielo Razzo.
Pablo, te lo digo una y otra vez, sos un tipo frío con la gente. Agradecés, expresás cariño, hacés todo lo que el librito diría que hay que hacer; pero yo tuve la suerte (o no) de conocerte, y no sos así. Te jode que te pidan un autográfo. Que una chica llorando de la emoción te diga que sos lo mejor de su vida. Pero me saco el sombrero cuando te subís al escenario. Vivís lo que tocás y cantas. Hacés que quiera gritar más fuerte que vos, y que una serie de escalofríos te recorra el cuerpo sin parar.
No me gusta del todo Grietas y sabía que iba a haber mucho... Cinco temas seguidos, desde el arranque. Hasta que llegó lo que a ese Matías le hubiese encantado escuchar hace tres años, mientras le gritaba a la dulce nena que había perdido su azúcar. Jazz Barrial, Demás, Arde, La cuna del sol, Luminoso, Vueltas, Qué se yo, y dos temas que me provocan esta pausa en la escritura: Sola y Algen. ¡Tocaste Sola! Me olvidé del tobillo, de la mochila y de todo lo que no tenía que ver con ese punto máximo de éxtasis, dejandome llevar por los que ya habían alcanzado esa sensación.
Así como antes dejaba la garganta para expresar lo que no puedo en forma natural, hoy no fue la excepción. Aunque ya no tiene aquella destinataria que el tiempo dejó atrás, esta vez busqué a quien el hoy me hace buscar y sin que ella se percate de mi presencia, ya sea porque no le importe o simplemente por no haberse dado cuenta, gritando entre la multitud, le dije lo que me pide salir hace tiempo.
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Tres años después hay algo que todavía sigue vivo. Y es muy lindo revivirlo de esta forma.

2 comentarios:

Antonella dijo...

Dos buenas bandas eh. Me gusta mucho su música y siempre en las canciones, te hacen recordar algo o a alguien. Es terrible. El 8 de agosto toca cielo acá en rosario y seguramente voy a estar ahí firme. Jaja un beso:)

Antonella dijo...

No puede ser! Yo también empecé recién ahora a leer la séptima de harry. Y ese temón que tenés ahora en el blog me encanta. Después de verlos te cuento qué onda ;)